En esta ocasión vamos a daros una serie de consejos para que elegir un abogado sea algo sencillo:
Deberá tener experiencia
Esto es algo importantísimo, pues lo mismo que uno no se deja operar por un cirujano que acabe de terminar la Universidad o un piloto según acaba la escuela, solo un abogado con la debida experiencia puede dar el mejor servicio.
Especializado
Existen muchas divisiones en el campo del derecho y cuando haya dudas, lo mejor es optar por la consulta de un profesional que esté especializado.
Cercanía en lo geográfico
Es útil que el interlocutor pueda defender los derechos y esté próximo al domicilio, de tal forma que no sea mucho esfuerzo el visitarlo. No debes elegir al abogado porque esté más próximo a tu casa, pero tampoco vas a querer que esté a dos horas de dónde vives.
Consulta
En cuanto tomes la decisión y tengas pensados bufetes que respondan a lo que esperas, consulta con los que te den un mayor grado de confianza. En la primera visita puedes exponer tu caso para que el letrado pueda opinar sobre la situación.
Coste
En cuanto acabes la visita, tienes que conocer los honorarios con todos los escenarios que haya, tanto los positivos como los negativos. Siempre hay que desconfiar cuando un abogado te ponga sobre la mesa unos honorarios sorprendentes por debajo de mercado.
A veces podemos ahorrar algo, pero si se pierde el caso, vas a haber perdido bastante tiempo y dinero. Los precios son un elemento que marca diferencias y por ello hay que saber los honorarios y que haya transparencia, pero no debe ser el precio el único factor a considerar.
Confianza
Estate seguro de que el abogado que esté detrás del caso sea digno de confianza. Pensemos que la confianza o la tenemos o no la tenemos. Cuando alguien es de nuestra confianza, es algo bueno, pero si hay dudas y no es la persona adecuada, deberás acudir a otro profesional con el que te sientas bien y te de garantías de éxito.
Accesibilidad
A veces vamos a las consultas de profesionales, pero él no atiende debidamente. En el caso de que sea esta tu primera sensación, nuestra recomendación es optar por otro profesional que pueda llevar el caso de una forma más personal.
Apunta si en el tiempo que te va a atender quiere acabar la visita de manera rápida o hace otras cosas como revisar los emails o estar atendiendo con frecuencia el teléfono.
El propio interés
Un buen profesional entenderá lo que te preocupa y te va a poder aconsejar dependiendo de los intereses que tengas. Los letrados en quienes se puede confiar no van a poner primero sus intereses a los de su cliente, pues la lealtad es necesaria para este oficio.
Referencias
Es buena idea el preguntar por las referencias del abogado, si te lo recomendó un familiar o un amigo, pues de esta forma vamos a conocer sus fortalezas. En ocasiones a veces hay que recurrir a la red de redes, pues puede ser una fuente de gran fiabilidad a la hora de informarse.
Un buen termómetro es la interactividad que hay en las redes sociales o escribir en un blog que nos proporcione buen contenido de interés, para saber lo implicado que está con la profesión.
El que haya tenido éxito en casos parecidos
Como decíamos al principio, la experiencia es importante, pues no es igual un abogado que tenga mucha experiencia en derecho civil que otro en penal. Cada rama del derecho en un bufete suele tener sus especialistas.
No confíes en los que te ofrezcan sus servicios como los despachos que están especializados en muchas ramas del derecho. Esto va a tener un punto diferenciador si lo comparamos con la competencia.
Como nos dicen desde el experimentado bufete-albanes.com, para elegir a un abogado buena, hay que pensar en muchos temas, pero especialmente hay que quedarse con la sensación de tranquilidad de que realmente hemos elegido a un profesional que va a poder defender nuestros intereses de forma adecuado y que tendrá esa capacidad para la defensa de nuestros intereses.
Esperamos que todo esto que hemos hablado te sea de ayuda a la hora de elegir abogado, pues sabemos que es un mundo un poco complejo para muchos usuarios que ven en el lenguaje legal un muro que parece casi infranqueable. Cierto es que debería ser más asequible para los ciudadanos, pero también es un hecho que si contamos con grandes profesionales a nuestro lado todo será bastante más sencillo.