La historia de los trabajos verticales nos lleva a Estados Unidos, en la década de los 50 y después terminaron llegando a Europa. A principios de los 90 en el sector había pocas empresas que ofrecían este sistema de trabajo vertical tan novedoso. Primeramente, las empresas lo que hacían era contratar escaladores que tuvieran un gran conocimiento del mudo vertical, pero con poco conocimiento real del oficio. El paso de os años ocasionó que se viera más eficaz la contratación de un oficial de albañil o un pintor, preparándole y formándole en las técnicas de descolgamiento vertical. Actualmente estos profesionales tienen que pasar unos cursos con diferentes niveles formativos.
