En invierno en Andalucía, sobre todo cuando vives en la sierra granadina, también el frío aprieta y… ¡bastante! Yo, por ejemplo, nunca pasé tanto frío en mi casa como el año pasado. Pues, las inclemencias del tiempo fueron muchas y variadas. Tuvimos, por ejemplo, unas nevadas impresionantes. A tal punto, que dicen los ancianos del pueblo no habían visto algo similar desde el año 1946. Con ello, al tener en casa unos míseros radiadores eléctricos que databan del año la nona, calentar el hogar de manera decente fue casi imposible y me pasé el invierno andando por casa con polares y bufanda.
